Jueves 7 de Marzo de 2002
 

La apitoxina es un potente analgésico y antiinflamatorio
Futbolistas tratan sus lesiones con crema de veneno de abeja

Lunes 11 de febrero de 2002

Luciana Lechuga

Además de la apitoxina, Jorge Contador produce lociones para el acné y el cabello, cremas antiarrugas, quitamanchas y propoleos con derivados de las abejas.

El ex kinesiólogo de la Selección fue el primero en utilizar el producto en Chile y cuenta que Clarence Acuña lo manda pedir desde Inglaterra.

Suena raro, pero uno de los principales aliados de los jugadores de la Selección chilena durante el Mundial de Fútbol de Francia 1998, fue el veneno de abejas, también llamado apitoxina. Contusiones, esguinces y contracturas provocadas en los rudos encuentros deportivos se aliviaban notoriamente en poco rato, según contó el ex kinesiólogo de "La roja", Fernando Zamorano, el primero que usó el producto en Chile.

La apitoxina (del latín apis: abeja y toxikon: veneno) se produce en el abdomen de las abejas obreras, tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y es un estimulante de la circulación sanguínea.

Su éxito entre los futbolistas es tal que Clarence Acuña lo manda a pedir desde Inglaterra (donde juega por el Newcastle). Iván Zamorano lo llevó en su maleta a México, Moisés Villarroel es un asiduo y Ronald Fuentes lo usa para aliviar los dolores que le produce la artrosis de su rodilla derecha.

"Los últimos años Ronald Fuentes jugó a punta de apitoxina", bromeó Fernando Zamorano.

La apitoxina actúa como anestesia local y estimula las glándulas suprarrenales, encargadas de la producción de cortisona, la que tiene propiedades antirreumáticas. En Chile es producida por la empresa Apitel.

"Para los problemas inflamatorios es muy buena, es espectacular. Yo lo uso mucho con gente operada del ligamento cruzado de rodilla, porque después de la operación quedan muchos hematomas. Para disminuir el edema hacemos masaje con crema, y se produce un tremendo avance en los plazos (de recuperación). En cuanto al dolor es muy analgésica", precisó Zamorano.

Hobby productivo

Jorge Contador no es apicultor, pero es quien dirige la empresa Apitel, que produce la apitoxina. Trabaja en la conocida agencia publicitaria BBDO y sus ratos libres los dedica a las abejas, la elaboración de la apitoxina y otros productos similares. El hobby pronto comenzó a crecer y hoy comercializa la crema en las Farmacias Ahumada."Las nanas decían que cuando tenían artritis ponían las manos dentro de la colmena para que la picaran. A raíz de eso surgió la idea de hacer esta crema, con una concentración de dosis alta que simulara las picadas, pero sin el riesgo de provocar un shock anafiláctico y sin dolor", explicó.

"Cosechar el veneno es muy complicado. Empecé haciéndolo una a una, pero era una locura. Yo lo saco de una manera que no se mueran, porque cuando la abeja pierde la lanceta se muere", indicó. Eso lo logra haciéndolas picar una superficie especial y luego elimina las macromoléculas que producen dolor y alergia.